Dr. en Arq. Ricardo Prado Núñez.
Dentro del extenso territorio de México, existen varios miles de edificios que tienen un innegable valor histórico-monumental. Estas construcciones constituyen una riqueza invaluable que nos ha sido heredada a través de los siglos en beneficio de las actuales generaciones. Independientemente de su valor intrínseco –ya sea histórico o artístico– componen un activo real en el balance económico nacional además de representar la memoria de un país. Aprovechémoslos, claro, pero con un uso racional y práctico. Restaurémoslos, sí, pero con un fin utilitario y no solamente ornamental.
Editorial Enéagono, CDMX 2019.